Bella.

Bella.
Ricordi, sogni, felicità ...

sábado, 27 de abril de 2013







¿En qué mundo vivimos?

Para contestar a esta pregunta, tendríamos que saber unas palabras sabias que una persona dijo: “Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… Aunque la violencia, se practica a plena luz del día.” John Lenon.

Hoy en día, podríamos mirar a nuestro alrededor que en dos rincones de cinco, en 49 países de 51 que hay en Europa… Encontraríamos violencia, corrupción, egoísmo, venganza…. 

Con esto, no me refiero solo a violencia social, sino a todos o casi todos los tipos de violencia que existen. La violencia es un comportamiento que puede hacer daños físicos o psicológicos a otros seres humanos, otros animales o cosas (vandalismo), comportamiento asociado con la agresión, ya que también puede ser psicológica o emocional, a través de amenazas u ofensas. 

Cuántas veces hemos visto por la televisión casos de maltrato, luchas, huelgas, guerras, utilización de armas, maltrato no solo a personas, sino, también a los animales, el abandono de los mismos, cuántas veces hemos visto como por construir edificios acababan con una gran parte de la naturaleza...

Si cada persona nos parasemos a pensar por unos minutos todo el daño que estamos haciendo al mundo y que el mundo nos hace a nosotros mismos podríamos darnos cuenta de que no hay otro culpable que nuestra envidia, nuestro carácter, nuestro odio… Podríamos darnos cuenta de que un mundo tranquilo, sin problemas tan graves como estos tal vez, sería mejor para nosotros y nuestras familias. 

Me da vergüenza decir que vivo en un país donde importa más el dinero y los bienes que la propia felicidad, donde el tener todo lo material es más importante que cualquier otra cosa, tan importante como para llegar al extremo de matar a personas con armas para llegar a conseguirlo. 

Vivimos en un mundo donde los políticos, donde el poder, imponen muchas leyes para que no ocurran desgracias en un país y para que todos nos rijamos por ellas y no hayan problemas, cuando ni ellos mismos son capaces de respetarlas. Un mundo donde el más rico roba al más pobre, un mundo donde las cosas horribles se ven hasta con los ojos cerrados.

Es irónico que en la televisión casi siempre salgan casos de violencia, de horror, cuando hay gente que realiza actos con intenciones buenas y no se les presta tanta atención. Actos buenos que no se muestran a la luz mientras los horribles van de boca en boca.

John Lenon mostró en estas palabras como las cosas que nos dañan son las primeras que salen a la luz, las primeras que no tenemos problemas en realizar para conseguir lo que deseamos sin pensar en el daño que puede hacer al resto, mientras que las cosas buenas quedan en la oscuridad. Sería como un libro en el que leemos las páginas de actos violentos mientras las páginas con cosas preciosas nos las saltamos.

Deberíamos dedicarnos más a mirar por lo que es bueno y beneficioso para todos en vez de para una persona, dejar de mirar por nuestro propio bien dejando el egoísmo de lado para dar paso a la empatía y solidaridad. 

Si esto sigue así, el día de mañana me dará vergüenza mirar a mis hijos y explicarles en qué mundo viven y qué clase de gente se encuentra en el, exceptuando a algunas.


Desde cuando es más importante derramar sangre y acabar con la vida de personas que la felicidad? Vida de personas que tendrán familia al igual que todos, familias que lloraran por la pérdida a causa de personas ingenuas y con un frío corazón.

Vivimos en un mundo donde se pide la paz y el respeto con palabras, pero se demuestra todo lo contrario con hechos. 

Deberíamos reflexionar sobre todo esto, ya que es un problema que nos afecta a todos. Hoy en día lo podemos ver incluso en la gran crisis que a todos nos daña, donde como he dicho anteriormente, los ricos roban a los pobres. Y lo mejor de todo es, que después son los pobres los que más dan. Pero por supuesto, quien sería capaz de llegar al poder y no ir hacia el camino de la corrupción, de la violencia contra otros países o contra la misma naturaleza que es la que hace que nuestros paisajes sean bonitos, un lugar para respirar aire puro? 


Cuando las personas seamos capaces de ver lo bueno y dejar lo malo de lado, olvidar el egoísmo, el odio, la venganza, lo material… seremos capaces de vivir en un mundo donde en vez de sangre y lágrimas haya sonrisas y risas.

Fdo. Alba G.

martes, 16 de abril de 2013

El enamoramiento.




        Una vez leí un artículo escrito por un médico llamado François Boisent y escrito en 1924, el tema fue el amor, enamorarse de alguien.
        Al principio, afirmaba Boisent, el enamoramiento tiene numerosas similitudes con procesos gripales: estado febril, dilatación de pupilas, palpitaciones, sudoración, temperatura alta y disminución de pensamiento periférico. El mal de amores cursa los primeros días como un catarro, pero a lo bestia, hasta que el paciente se habitúa a la presencia de la persona amada; después los síntomas en lugar de remitir como sucede en los procesos gripales se multiplican. El enamorado pierde el apetito, pasa las noches en vela, con gran ansiedad y se entrega al aislamiento y la soledad. Y aunque el paciente sabe lo que le está pasando no hay antibiótico ni antigripal que le alivie.La vida, sin la persona amada, se convierte entonces en un infierno.

        En función del organismo afectado su periodo de recuperación puede ser de unos días o convertirse en una enfermedad crónica. Un desasosiego para toda la vida.


        Me pareció interesante, es increíble cómo una persona puede sentir tantas cosas hacía otra y esa persona es capaz de hacer mucho daño o transmitir una gran felicidad. Después de leerlo, me hizo reflexionar y pensar, en que una persona que puede ser lo mejor de tu vida con el paso del tiempo, puede dejar de serlo para así, pasar a ser lo peor que podría haberle pasado.
        Estamos acostumbrados a los amores verdaderos, aquellos que siempre terminan con un final feliz, que superan todos los obstáculos, pero no nos dicen que eso, sólo ocurre en los cuentos de hadas y en el 40% de la sociedad actual. Ahora, la realidad es que más que amores verdaderos hay amores pasajeros, antes se podía ver los amores que abarcaban el período de la infancia hasta el actual, ahora tan sólo vemos como desde la “infancia” no hay un solo amor, sino, varios y ninguno verdadero, que para poder llegar al amor de los cuentos antes tienes que pasar por unos cuantos comiendo errores hasta encontrar tu acierto.

        No nos enseñan que no todo es tan bonito como parece, que la realidad es dura y hay que luchar siempre. Muchas personas después de cometer errores, especialmente en esta área, en el amor, les gustaría tener un manual o haber predicho el futuro para ver lo que había pasado, para ser capaces de evitar esto, pero no se dan cuenta de que sin esos errores no seríamos nosotros, no seríamos fuerte, no seríamos capaces de superar los obstáculos y no nos dejaríamos guiar por nuestros instintos y sentimientos que es lo que nos mantienen en nuestro mundo, vivos.


        ¿Por qué no cometer errores? Al final, te das cuenta de que cada obstáculo tan solo es una prueba que la vida pone en tu camino para ayudarte a ver la luz en situaciones negras. Como bien dijo una mujer: "Me hubiera gustado tener un manual para enfrentarme a la vida, pero con el tiempo me he dado cuenta que tienes que tener experiencias para aprender a vivir".


        No creo que haber conseguido evitarlo hubiese sido lo más correcto, ya que considero que los errores sólo son un paso hacia la madurez y la fuerza de voluntad, la confianza en sí mismo.


        Es vergonzoso ver a gente que dice que quieren suicidarse por un amor no correspondido o una historia con un final infeliz, cuando luego hay gente en situaciones peores que ruegan por vivir y seguir adelante. Es increíble que después de hechos horribles como el atentado en Boston, donde las piernas salían volando, donde fueron emputadas muchas partes del cuerpo de los afectados, querían seguir viviendo a pesar de todo, dando gracias por aún, tener un corazón latiendo que les permitiese vivir y no llorar por la pérdida de un amor y querer acabar con su vida, lloraban a excepción del dolor (algo lógico e indudable), de que su vida no había terminado. Por lo menos, desde mi punto de vista. Ya que supongo que todas esas personas lo único que les importaba era poder ver y estar junto a sus familiares, ya que eso es lo más importante que la vida nos proporciona.


        Por último, sólo me queda decir, que las cosas pequeñas, como este articulo del médico François Boisent, pueden hacernos pensar, hasta hacernos ver la vida desde otra perspectiva. Quedaros con la idea de que cada persona es la encargada de gobernar su vida y, al final, nosotros mismos somos los únicos que decidimos que pasos dar, aprender a apreciar las pequeñas cosas que pasan desapercibidas pero son magníficas, aprender que la vida no termina con un mal de amor, la vida termina cuando uno mismo decide perder su libertad, sus sentimientos y se comienza a regir por las leyes que al final lo único que se obtienen de ellas es un clima de violencia y el pesimismo. Y pensar que “después de la tormenta llega la calma”.








Fdo. Alba Gallego.