Bella.

Bella.
Ricordi, sogni, felicità ...

sábado, 26 de octubre de 2013

He aprendido que los principios dan miedo, que los finales son tristes y que lo importante es el camino que aún queda por recorrer.

Hay cosas que siempre, echarás de menos.

Los sueños se rompen en pedazos cuando se topan de frente con la realidad, porque la realidad, a menudo es radicalmente distinta a como uno cree que es. Las personas no siempre son lo que aparentan ser, ni las relaciones, ni mucho menos los sueños. Y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio. Lo que uno cree que es negro, puede ser blanco, y lo que uno cree que es blanco, probablemente sea de todos los colores del arcoiris. Uno sabe como empiezan las cosas, pero nunca saben como van a terminar.

Hay cosas que uno no puede hacer solo, discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez, o doblar una sábana de esas de cama de matrimonio. Yo toda mi vida he pensado que lo ideal era vivir en pareja, por muy extraña que fuera la pareja. De echo hay parejas que acaban convirtiéndose en trios, parejas que se van quedando sin pareja y que no se puede evitar el miedo a no estar a la altura, hay parejas que son imposibles por definición, por historia y por física, aunque no por química, o parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una familia, familias donde en algún momento hubo una pareja, parejas que fueron en algun momento y ya no son nada, y eso es lo que mas miedo da en la vida, cuando la pareja se rompe, sea por lo que sea la primera sensación que se tiene es de pánico, miedo al cambio, a la perdida de control sobre nuestras vidas, un miedo a estar solo, pero cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura, puede llevarnos a un lugar mejor, hoy es el primer día del resto de mi vida, porque desde hoy creo que lo mas importante en esta vida es saber volar solo.