Bella.

Bella.
Ricordi, sogni, felicità ...

lunes, 1 de agosto de 2011


Tengo pánico a los baches, a los altibajos. A las crisis. Les temo a la soledad y a las matemáticas de la vida. Tengo miedo a los horarios, a la vida estructurada y planificada. Una embriagadora rutina o un monótono día a día. Temo a quien se esconde bajo su paraguas pero no a la lluvia. Una bochornosa mezcla de sensaciones, en realidad, lo supera todo. Tengo pánico a las distancias, y aún más a las despedidas. Temo las discusiones, las rupturas. Las heridas mal curadas y la falta de remedios. Siempre tengo un segundo plan. Me da miedo nuestra generación y su futuro. Tengo miedo de no ser feliz. De ser uno más del montón. De no llegar a lo que aspiro, aunque eso a menudo lo olvide. Me asusta el poder de las palabras, pues descubrí que también pueden ser puñales y te pueden destrozar. Temo lo sospechoso, los secretos. Pero amo los susurros, las confesiones al oído, las complicidades ... No temo las lágrimas, pero si los sollozos. Temo tu pensamiento, tus planes, tus jugadas. Adoro tu sencillez pero me asusta tu complejidad. Me asusta el paso del tiempo, el desaprovechamiento de este. Temo las letras pero las amo. Temo las artes pero me fascinan. Temo las dobles direcciones, pero me gustan por partida doble. Temo los recuerdos, pero formo parte de ellos. No me asusta la muerte, pero si el día en que deje de lado mis miedos...
Me gustan los pequeños detalles de la vida. Ver salir el sol, que me empape una tormenta cuando estoy en la calle. El olor a café y de la comida mientras se cocina. El viento en la cara. Dar la última calada a tu cigarro y pedir un deseo. Despedirte de alguien, girarte y que aún este ahí, quieto, mirándote. Los regalos y las sorpresas. Las cosas nuevas. Viajar. Aprender Italiano. Saber que tengo personas que van a estar toda la vida junto a mí. También me gusta que mi hermana me despierte por las mañanas, a pesar de que no sea de una forma muy agradable a veces. Tener el desayuno listo para ingerirlo. Que te despierten con un beso. Las miradas que hablan. Encontrarte en la calle a algún conocido que no veías desde hace tiempo. Mirar las estrellas sin decir ni una sola palabra y de repente ver una estrella fugaz, cerrar los ojos fuerte y pedir un deseo. Leer un buen libro. Oler una rosa. Caminar descalza sobre la arena de la playa. Saborear un helado. Saborear tus besos. Enlazar manos con una increíble facilidad. Lágrimas de alegría. Saltos de júbilo. Gritos de triunfo. Sentirme libre. Pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor. Aún mejor.

1 comentario:

  1. La felicidad no se encuentra haciendo grandes cosas, sino, amando lo que se hace

    Papi

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